OPINIÓN BREVE:
Disfrutable. Tardó un poquito más que Reina roja (su primera parte) en engancharme, pero a medida que avanzaba me fue atrayendo más y el final no me defraudó.
Mi valoración:
| Datos técnicos | |
|---|---|
| Título | Loba negra |
| Autor | Juan Gómez-Jurado |
| Editorial | Ediciones B |
| Año | 2019 |
| Páginas | 478 |
OPINIÓN DETALLADA
Loba negra es una digna secuela para Reina roja. De nuevo, el autor nos ruega a los lectores que no destripemos la trama, así que al respecto solo diré que es una novela policíaca en la que los protagonistas son, de nuevo, Jon Gutiérrez y Antonia Scott. Comienza, como suele ser habitual en las novelas policíacas, con un nuevo caso, y a continuación el ritmo se vuelve lento para ir paulatinamente acelerándose hasta el clímax final, que pienso que funciona muy bien por algunos giros interesantes que presenta.
Sobre el estilo, sí que comentaré alguna cosa más, siempre según mi gusto particular. En este libro he percibido un abuso de las citas u homenajes a películas o cantantes (y eso que seguramente no las he detectado todas). Al principio me pareció divertido. Apenas podía leer diez minutos por las mañanas en el metro, y ya me bastaba para que una canción se me pegase para todo el día (usualmente, de Sabina, aunque no siempre). El caso es que, debido al exceso, pronto empezó a parecerme un problema de estilo, porque ese tipo de citas me empujaban fuera de la trama, a pensar en la canción/película de la que habían salido. Pero no solo eso: también aparecían sin encajar bien en el contexto. Como ejemplo, hubo una cita que no reconocí, pero al ver el formato (frase poética que no venía a cuento de nada, entre puntos) deduje que debía de estar extraída de algún lado. La busqué en Google y ahí estaba Sabina de nuevo, esta vez con un verso que no recordaba. Por poner otro ejemplo, el lugar donde figura la cita «El agua apaga el fuego y al ardor los años» tampoco me pega ni con cola.
En cuanto a la proliferación de frases cortas, nunca pensé que podrían ser un problema hasta que he leído este libro. Con Loba negra he notado que ralentizan mucho la trama, el lector avanza como a saltos, como el conductor novel que conduce a tirones en vez de dejar el coche fluir suavemente. No dudo de que, en algún momento, este sea el efecto buscado por el autor. Pero cuando se da en toda la novela resulta un poco cargante.
Los personajes no me han acabado de llenar esta vez. A Antonia Scott no la he percibido tan inteligente. Como comentaba en Reina roja, no es nada fácil escribir sobre una persona extremadamente inteligente, y en el primer libro la noté más lograda. En este, menos; en un solo capítulo, El Mentalista le da mil vueltas. Jon me ha gustado más, he empatizado más con él
Y, pese a estos peros, es una novela que se disfruta, con una trama bien documentada, que engancha, entretiene y te enseña la palabra «petricor». Qué más se puede pedir.
Pocas erratas (leísmos principalmente, de los que ya adolecía Reina roja, y un «granjear» un tanto dudoso que yo sustituiría por «franquear»). Edición muy buena para ebook.
Sobre el estilo, sí que comentaré alguna cosa más, siempre según mi gusto particular. En este libro he percibido un abuso de las citas u homenajes a películas o cantantes (y eso que seguramente no las he detectado todas). Al principio me pareció divertido. Apenas podía leer diez minutos por las mañanas en el metro, y ya me bastaba para que una canción se me pegase para todo el día (usualmente, de Sabina, aunque no siempre). El caso es que, debido al exceso, pronto empezó a parecerme un problema de estilo, porque ese tipo de citas me empujaban fuera de la trama, a pensar en la canción/película de la que habían salido. Pero no solo eso: también aparecían sin encajar bien en el contexto. Como ejemplo, hubo una cita que no reconocí, pero al ver el formato (frase poética que no venía a cuento de nada, entre puntos) deduje que debía de estar extraída de algún lado. La busqué en Google y ahí estaba Sabina de nuevo, esta vez con un verso que no recordaba. Por poner otro ejemplo, el lugar donde figura la cita «El agua apaga el fuego y al ardor los años» tampoco me pega ni con cola.
En cuanto a la proliferación de frases cortas, nunca pensé que podrían ser un problema hasta que he leído este libro. Con Loba negra he notado que ralentizan mucho la trama, el lector avanza como a saltos, como el conductor novel que conduce a tirones en vez de dejar el coche fluir suavemente. No dudo de que, en algún momento, este sea el efecto buscado por el autor. Pero cuando se da en toda la novela resulta un poco cargante.
Los personajes no me han acabado de llenar esta vez. A Antonia Scott no la he percibido tan inteligente. Como comentaba en Reina roja, no es nada fácil escribir sobre una persona extremadamente inteligente, y en el primer libro la noté más lograda. En este, menos; en un solo capítulo, El Mentalista le da mil vueltas. Jon me ha gustado más, he empatizado más con él
Y, pese a estos peros, es una novela que se disfruta, con una trama bien documentada, que engancha, entretiene y te enseña la palabra «petricor». Qué más se puede pedir.
Pocas erratas (leísmos principalmente, de los que ya adolecía Reina roja, y un «granjear» un tanto dudoso que yo sustituiría por «franquear»). Edición muy buena para ebook.
SOBRE EL AUTOR
Juan Gómez-Jurado (Madrid, 1977) es uno de los autores más populares, tanto dentro como fuera de España, de nuestras letras.
Se formó como periodista, estudiando en el CEU San Pablo de Valencia, tras lo que inició una carrera en medios de comunicación como los 40 Principales, Canal Plus, TVE, La voz de Galicia o la Cadena COPE.
Su primera novela, el thriller Espía de Dios (2006) ya obtuvo un notable éxito, que se prolongó en Contrato con Dios (2007) y El emblema del traidor (2008), todas ellas basadas en una hábil mezcla de intriga, suspense y elementos religiosos. A estas obras siguieron otros bestsellers como La leyenda del ladrón (2012), ambientada en la Sevilla del Siglo de Oro; El paciente (2014), situada en Estados Unidos; la hitchconiana Cicatriz (2015); Reina Roja (2018) y Loba negra (2019).
Inspirado en su paternidad, ha escrito en paralelo una saga de libros juveniles protagonizados por el aventurero espacial Alex Colt. También es el autor del ensayo La Masacre de Virginia Tech: Anatomía de una mente torturada (2007) y, en colaboración con Arturo González-Campos, de los libros de divulgación La fuerza para cuñaos (2015), Si yo tuviera una escoba (2017) y Batman mola más que tú (2017)
En la actualidad, combina su labor literaria con su colaboración en revistas como Qué Leer o Jot Down, el programa de radio Julia en la Onda, el podcast Todopoderosos y el programa de cinefórum Cinemascopazo.
Se formó como periodista, estudiando en el CEU San Pablo de Valencia, tras lo que inició una carrera en medios de comunicación como los 40 Principales, Canal Plus, TVE, La voz de Galicia o la Cadena COPE.
Su primera novela, el thriller Espía de Dios (2006) ya obtuvo un notable éxito, que se prolongó en Contrato con Dios (2007) y El emblema del traidor (2008), todas ellas basadas en una hábil mezcla de intriga, suspense y elementos religiosos. A estas obras siguieron otros bestsellers como La leyenda del ladrón (2012), ambientada en la Sevilla del Siglo de Oro; El paciente (2014), situada en Estados Unidos; la hitchconiana Cicatriz (2015); Reina Roja (2018) y Loba negra (2019).
Inspirado en su paternidad, ha escrito en paralelo una saga de libros juveniles protagonizados por el aventurero espacial Alex Colt. También es el autor del ensayo La Masacre de Virginia Tech: Anatomía de una mente torturada (2007) y, en colaboración con Arturo González-Campos, de los libros de divulgación La fuerza para cuñaos (2015), Si yo tuviera una escoba (2017) y Batman mola más que tú (2017)
En la actualidad, combina su labor literaria con su colaboración en revistas como Qué Leer o Jot Down, el programa de radio Julia en la Onda, el podcast Todopoderosos y el programa de cinefórum Cinemascopazo.
No lo he leído, pero he leído reseñas muy buenas, así que tal vez me anime en un futuro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si leíste Reina Roja y te gustó, seguramente este lo disfrutarás también. En general, gusta menos que el primero (por las opiniones que he leído y por mi propia experiencia), pero no es una mala novela. Una recomendación: si no has leído Cicatriz, léelo antes.
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