jueves, 30 de junio de 2016

Reseña: Nunca es tarde para morir, de Pablo Palazuelo

Nunca es tarde para morir
Título Nunca es tarde para morir
Autor Pablo Palazuelo
Editorial Autopublicado
Año 2016
Páginas 611
Mi valoración:

SINOPSIS:

Las Trompetas de Jericó tronaron desde el cielo anunciando la inminente llegada de la muerte. 

Así arranca esta novela negra y de misterio, en la que cinco enigmáticos veteranos de sus respectivos servicios secretos conocen a una cautivadora adolescente, de mala vida y peor fortuna, que desatará una espiral de sorprendentes fatalidades y los arrastrará hacia un enemigo despiadado. Un libro que, aunque pueda parecerlo, no es una novela de espías, sino una trepidante obra perteneciente al género policiaco, cargada de intriga y crímenes.

MIS OBSERVACIONES

Comenzaré diciendo que escribir no es un trabajo fácil, y cualquiera que se atreva a intentarlo en serio merece mi respeto. Por eso, no es mi intención ofender al autor cuando afirmo que esta novela no me ha gustado nada.

El prólogo nos presenta a un hombre desconocido sufriendo penalidades en el hielo, donde deben recogerle antes de que fallezca por hipotermia. Está bien escrito, promete, e invita a seguir leyendo. Más adelante descubriremos que este prólogo es absolutamente irrelevante para la historia. Sí, el hombre en el hielo es uno de los protagonistas, pero el episodio narrado en el prólogo no mueve la historia, no hace avanzar la trama de la novela. Es una anécdota interesante del pasado, de un pasado en el que suceden acontecimientos bastante más interesantes y relevantes para la trama, que serán relatados a posteriori en un aburrido monólogo. Esos hechos relevantes deberían haber sido el prólogo, y el monólogo relatar lo que figura ahora en el prólogo.

Justo después del prólogo, empieza el caos. Se nos presenta a varios personajes que viajan desde diferentes partes del mundo, y uno diría, por el planteamiento, que van a hacer algo importante. Pero no: van a jugar al póquer. Esta es la excusa para todo lo que viene después. El planteamiento inicial es, por tanto, muy flojo, aunque podría salvarse si el resto estuviese bien hilado.

Los personajes son planos, no evolucionan a lo largo de la novela. Su construcción es simple y carecen de profundidad. Los varones se parecen demasiado entre sí, salvo detalles como que uno es más impaciente y otro más mujeriego. Las mujeres se llevan la peor parte: parecen sufrir un trastorno bipolar. Una mujer policía que al principio parecía competente y centrada, pasa a convertirse, casi de una página para otra, en una desquiciada que anda por ahí pegando tiros por conjeturas. De todos los personajes, no se sabe bien quién es el protagonista: a veces seguimos a unos y a veces a otros sin llegar a profundizar en ninguno. Yo no he conseguido empatizar con nadie y me daba igual lo que les sucediera. Me daba la impresión, además, de que el autor no sabe cómo lidiar con tantos personajes, dado que cuando mueren dos de los principales ni siquiera repara en ellos hasta mucho más tarde, personajes relevantes aparecen y desaparecen de la nada... En general, el trato de los personajes es muy deficiente para mi gusto.

La historia en sí es inverosímil y está mal contada. El estilo del autor es farragoso y redundante, los diálogos son infantiles, la gramática incorrecta, las frases demasiado largas y enredadas, las muletillas abundantes hasta resultar cargantes y romper el ritmo. Son numerosas las ocasiones en las que uno no sabe muy bien lo que está pasando, porque el autor emplea mal el lenguaje, se enloda y sale del atolladero de cualquier manera. La prosa no fluye, se estanca continuamente y nos saca de la historia con frases como:

- ... parecía estar vivo pero también enfermo y que se quejaba por ello.
- ... gracias a lo temprano de la hora y a ser domingo.
- ... y se tomó el champán como si fuera un vaso de agua que, por su peso y corpulencia, ...
- ... Era algo que le producía un estado de felicidad absoluta. De hecho, ese era su carácter: optimista, vital, alegre..., pero únicamente en apariencia.
- ... Su especial belleza no radicaba en su ligera inclinación hacia el interior, faceta que...
- ... decidió dar por terminada su presencia entre aquel grupo de amigos...
- ... permanecieron en silencio hasta que Louis lo rompió.
- ... bramó, lamentándose de que le cayera en los zapatos [el vómito del otro].

Algunas frases son incorrectas; a  otras, les falta armonía y me sacan de la historia. Esto  sucede en prácticamente todas las páginas del libro. Cabe añadir que el autor utiliza en exceso, y muchas veces de forma sintácticamente discutible, las palabras "obligar", "provocar" y "también". Utiliza mal "a su vez" y "sendos", los relativos, y desde luego, los pronombres: el libro está lleno de leísmos. Se demuestra, además, indeciso, cuando se le ocurren dos comparaciones para la chica y las pone las dos: "Parecía un mascarón de proa bajo el cielo con nubes bla, bla, bla. También parecía...". Hay que saber elegir y desechar cosas. El problema principal de esta novela es que más de la mitad es desechable y no se ha hecho una labor de repaso concienzuda.

Otro de los grandes fallos de la novela es la documentación. No porque carezca de ella, sino porque es tan obvia que es hasta graciosa:

─¿Es capaz de comprenderme? [Hablan de alguien en coma].
─Con un nivel seis de sedación como el suyo, no. Es a partir de un grado de coma inferior a tres cuando sí hay respuestas a estímulos sonoros[...]. 

Y en medio de todo este desaguisado, aparecen los giros argumentales, que parecen producto de una improvisación y de muchas pretensiones y que no funcionan porque las motivaciones y las sospechas no son consistentes. La actuación de la policía lo es mucho menos, y ¿qué decir de un malvado que es violento con una de las protagonistas y cuando esta, más tarde, se venga, habla para sí mismo diciéndose: "Zorra... Nos ha pagado con nuestra propia moneda"? ¿Os imagináis a la villana de Misery diciendo eso, por ejemplo?

El narrador omnisciente, para poner la guinda, utiliza unas ironías y adjetivos que no vienen a cuento porque no es un personaje, y de pronto lo parece, se hace notar y entorpece la lectura, que ya de por sí es bastante accidentada. Además, a veces nos suelta discursos y filosofías morales que claramente el autor quiere expresar y no sabe dónde meter (¡asume la realidad!), da información innecesaria (en medio de una escena de acción se pone a contar qué multas ponen a los coches de policía y cómo resolverlas, por ejemplo) y se pierde en derroteros que al lector no le importan en absoluto. Si alguien quiere un cursillo de reciclaje que no viene a cuento, le recomiendo esta novela. El narrador no está centrado, y descentra al lector.

Me asombra que se publicite esta novela como la novela negra del año. No dudo de que el autor tenía la mejor de las intenciones cuando la escribió, pero tiene mucho, mucho que aprender, y reseñarla positivamente cuando está mal escrita, con fallos evidentes, me parece una injusticia para aquellas novelas que, sin ser grandes obras, constan de una prosa correcta y cuidada, una historia bien contada y personajes bien definidos. 
Conclusión:
He leído este libro para participar en la lectura conjunta organizada por Laky, y lo he terminado porque me he forzado a ello para poder escribir una reseña basándome en el total de la obra. Pero ha sido una lectura que no he disfrutado nada. Me enerva, en general, leer frases incorrectas en los libros, errores sintácticos y gramaticales, los malos diálogos me cansan, las digresiones me aburren. Se salva de la peor nota porque el vocabulario es amplio (no así los recursos narrativos), el esfuerzo del autor evidente y porque en algún momento la trama llega a enganchar. Lamentablemente, ese momento pasa enseguida.

Solo puedo rogarle al autor que lea y estudie detenidamente el libro Cómo NO escribir una novela, de Howard Mittelmark y Sandra Newman. Creo que le podría venir muy bien. Y que corrija, en su página web, el momento en el que afirma que nace la fotografía: Entre sus aficiones se encuentra la fotografía, la cual nace cuando sirve como voluntario en una Unidad de Operaciones Especiales del Ejército. El uso correcto de los relativos es fundamental si se quiere escribir con corrección. Por desgracia, en la novela abundan este tipo de errores.

SOBRE EL AUTOR

Pablo Palazuelo
Pablo Palazuelo Basaldua nace en Madrid en el año 1965. Estudia Ciencias Empresariales y habla varios idiomas. Actualmente está casado y tiene tres hijos.

Entre sus aficiones se encuentra la fotografía, con la que toma contacto cuando sirve como voluntario en una Unidad de Operaciones Especiales del Ejército. Logra entonces realizar una fotografía que primero es publicada en una revista y posteriormente aparecerá como fondo para la portada de su primera novela, Nunca es tarde para morir, por su relación con el argumento. Con esta novela comienza su aventura como escritor y novelista.

13 comentarios:

  1. Bueno, ya sabes que en este caso no coincidimos en impresiones porque a mí me ha gustado y he disfrutado leyéndola
    Sí que hay cosas que pulir, como los personajes, pero la historia me ha parecido muy buena
    Aunque, para gustos, los colores, está claro
    Gracias de todos modos por participar, espero que la próxima lectura conjunta en la que participes te guste más ;)

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    1. Lo gracioso sería que me tocase un ejemplar en papel en el sorteo 6XL de El lector que llevas dentro. XDDD

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  2. Siento que no hayas disfrutado de la lectura pero está claro que no a todos nos tiene que gustar lo mismo. A mí hubo algunas cosas que no me convencieron del todo pero no fue una mala lectura.
    Besos

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    1. Está claro. Me alegra que tú la hayas disfrutado. :-) Yo es que veo fallos de escritura y me pongo mala. XDDD

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  3. Puedo estar de acuerdo con algunas cosas de tu reseña, pero no me ha parecido tan mala.Hay errores, bastantes, pero es entretenida.
    Saludos

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    1. Sería muy aburrido que a todos nos gustasen los mismos libros. :D ¡Besos y gracias por la visita!

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  4. Ais, me da rabia no poder poner como comentario un nombre con URL. Bueno, soy Lara de wwww.leyendoconlara.es

    Pues yo estoy de acuerdo contigo y creo que has sido más valiente que yo dando tu opinión ;)
    No entiendo cómo este libro es un best seller en amazon, es algo que se me escapa. Pero como dicen por aquí arriba, los gustos son variados :)

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    1. Yo tampoco lo entiendo. Y no sé si soy valiente, pero en mi blog, siempre desde el respeto, diré siempre lo que pienso. Al fin y al cabo, no deja de ser una opinión más y tengo todo el derecho a expresarla. :)

      Un besote y gracias por la visita. ;)

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  5. Como agradezco una reseña tan sincera, porque yo también participo de la lectura conjunta, también soy muy sincera en mis opiniones, y no va a ser una buena reseña. Me ha encantado incluso que coincidimos en algo que no suele ser habitual en las opiniones de los libros y que yo también comentaré en la mía, y es el estilo narrativo, los fallos que comete en las construcciones gramaticales y el abuso de las muletillas. De verdad que aunque estas cosas se suelen comentar poco, yo siempre suelo dejar caer cosas sobre este tema en mis reseñas, y me encanta ver que alguien más las tiene en cuenta.

    ¡Besote!
    MH

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    1. Te lo agradezco yo más a ti, porque te juro que me aterraba pensar que era la única que se daba cuenta de los errores de construcción en las frases. Un besote y gracias. ^^

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  6. He leído detenidamente tu reseña y estoy totalmente de acuerdo contigo. Es más, para mí el libro es un despropósito absoluto, con mil tonterías que hacen que me revuelva en la silla y deje de leerlo. No me vale la excusa de que es para gustos. ¿Es cuestión de gustos un cantante que desafine? ¿un pianista que no sepa tocar el piano? Pues no. Este libro es un insulto al gran trabajo que hacen muchos escritores expertos en letras.Ni tan siquiera está corregido, ¡por Dios!Un filólogo lo descuartizaría.

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    1. Cuando un libro tiene errores gramaticales y sintácticos, en realidad a mí tampoco me vale esa excusa. Si es por la historia o por la descripción de personajes, como ya es muy subjetivo, lógicamente sí que a unos puede gustarles más y a otros menos. Pero estoy de acuerdo con que, cuando algo está mal escrito, está mal escrito, y no hay gustos que valgan. :-)

      Saludos y gracias por pasarte. :-)

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