Reseña: Homicidio de un enfermo, de Julián Rodríguez

OPINIÓN BREVE:

Si no crees en las pseudoterapias, lee este libro; si no tienes una idea formada sobre las mismas, lee este libro; si crees en ellas, pero tienes dudas, lee este libro; si crees ciegamente en ellas, no pierdas el tiempo con este libro y léete un manual del Tarot.

Este libro desgarra el alma porque está escrito por un alma desgarrada. Es un hecho real, y es obvio desde la primera página (los últimos acontecimientos datan de 2018). Es un libro escrito desde la rabia, el amor, el dolor, la impotencia, la lucha. Pocos libros hay escritos con tal transparencia y sinceridad. Es pura lógica y razón, pero desde la emoción. Si quieres "disfrutar" (lo entrecomillo porque es un decir, los acontecimientos son trágicos) de una lectura que procede directamente del corazón de un padre atormentado, este es tu libro. Y debería ser un imprescindible para jóvenes, y para médicos, enfermeros, fisioterapeutas, educadores, etc. Quien lo lea sabrá por qué lo digo.

Mi valoración:

Datos técnicos
Título	Homicidio de un enfermo
Autor	Julián Rodríguez
Editorial	Letrame Grupo Editorial
Año	2018
Páginas	230

OPINIÓN DETALLADA

Pocos libros he leído que se claven en el alma y en el cerebro a la vez, como sucede con este. Tal vez es porque es un hecho real narrado por un padre destrozado, consciente de cómo les engañaron a él, a su hijo y a su mujer hasta llevar a la muerte al más inocente de los tres: su hijo, que, con solo 21 años y enfermo de leucemia, no supo defenderse de los engaños de un pseudoterapeuta sin escrúpulos.

Esto sucedió en 2013, y desde entonces Julián ha luchado mucho para que se haga justicia. Este libro narra en su primera parte el transcurso de la enfermedad de Mario Rodríguez hasta su fallecimiento, y en la segunda parte la posterior lucha del padre por hacer justicia, con escaso, por no decir nulo, apoyo por parte de la Administración. España es un país donde los pseudoterapeutas campan y engañan a sus anchas a todo crédulo que se les ponga en el camino. El reguero de víctimas que van dejando no es nada desdeñable, y aumenta día a día.

El estilo del libro es muy llano, muy cercano, muy transparente y sincero. La primera parte va, como es lógico, mucho más directa al corazón. Duele. Es como la sensación de ver que alguien a quien quieres se duerme al volante poco antes de un precipicio y no poder hacer nada por avisarle. Es impotencia, es desesperación. La segunda parte va más directa al cerebro, a hacernos pensar. Julián alterna la narración de los hechos con explicaciones que él considera necesarias para que se entienda lo que está diciendo, lo que convierte el libro es un semi-ensayo antipseudoterapias. Esta parte es, por tanto, un poco más árida, pero completa y explica la primera y la concluye, si es que puede haber conclusión. La lucha de Julián continúa a día de hoy.

También hay pasajes un tanto diferentes, que describen diálogos imaginarios con su hijo ya fallecido, como si este pudiera verlo, como si aún estuviera junto a él, dejando bien claro lo presente que sigue en su vida. Esos pasajes, si bien a veces un tanto deslavazados, son puro sentimiento.

Julián no da puntada sin hilo: todo lo que afirma está documentado en los varios anexos que componen el final del libro. Para Julián, este libro es un trabajo de divulgación que sin duda hubiera deseado no haber tenido que escribir nunca, pero que puede ser un buen aviso para otras personas que estén pasando por lo que su familia tuvo que sufrir.

La edición muy correcta. Solo he encontrado cinco o seis erratas, perfectamente disculpables.

SOBRE EL AUTOR

Julián Rodríguez no quiere atraer la atención sobre sí mismo. Según sus palabras: «Poco les voy a marear hablándoles de mí. Nací en Valencia, aunque también pudo haber sido en Sebastopol. Después de nacer fui creciendo y esas cosas. Ya saben ustedes. Casi seguro que les habrá sucedido algo similar. Y nada más que decir sobre mi persona: de este libro lo importante es su contenido, una historia real.»